LA MONARQUIA HISPANICA BAJO LOS AUSTRIAS. ASPECTOS POLITICOS, ECONOMICOS Y CULTURALES. SIGLOS XVI Y XVII

1. INTRODUCCION

Plasmar dos siglos de la historia de España en unas breves palabras resulta tarea arduo compleja. Se intenta aquí esbozar un esquema, resaltando las ideas principales de tan significativo periodo.

En principio, la evolución de un Estado feudal a un Estado aristocrático dominado por una monarquía autoritaria, proceso generalizado en toda la Europa occidental durante el siglo XV, se había gestado en España durante el reinado de los Reyes Católicos. Estos gobernaron compartiendo entre ambos el gobierno de las Coronas de Castilla y Aragón. Sin embargo, cada estado permaneció gobernado según usos y costumbres. Castilla evolucionará hacía una monarquía autoritaria primero, y el absolutismo después. Sin embargo, Aragón conservará un sistema institucional. De cualquier modo, los reyes consiguen la subordinación a la autoridad real por medio de una POLITICA INTERIOR EFECTIVA, en donde cabe destacar en pocas palabras:

- el sometimiento primero de las fuerzas que durante la Edad Media se habían encargado de disminuir su poder: nobleza, burguesía, clero. Así, la nobleza astutamente fue obligada a devolver a la Corona aquellas tierras y señoríos que previamente le había sustraído, amén de ser atraída hacia la Corte con cargos generosamente pagados, con lo que estaba bajo la vigilancia directa de la Corona. Además, se revitaliza la SANTA HERMANDAD, cuerpo de vigilancia medieval con autoridad policial y jurídica que ayuda al control de la nobleza levantisca, además de ayuda al grave problema del bandolerismo. Los Reyes se impusieron también al clero, mediante la obtención del privilegio de nombramientos eclesiásticos, así como consiguiendo la fiscalización de sus bienes (tercio-diezmo e Impuesto de Cruzada). Gracias al título de Maestre de las Grandes Ordenes el rey consigue el sometimiento de las Ordenes Militares.

- se asiste a la creación de los primeros organismos de poder, mediante la reforma de los Organos centrales:

1. Consejo Real (readaptación del Antiguo Consejo de Castilla).

2. Burocracia (p.e. aparecen los Secretarios de Estado, vinculo entre la Corona y el Consejo, que verán con el paso de los años acrecentado su poder (s.t. durante el reinado de Felipe II).

3. Chancillerias o audiencias. Monarcas como jueces. Dos Audiencias: Valladolid y Granada.

2. Reorganización impositiva castellana, que supone la independencia económica de la Corona con respecto a las Cortes, desviando rentas fijas para la Corona.

3. Creación de un ejército permanente, que acabó formando los famosos Tercios, gracias al aumento de la Hacienda Real.

- No debe descuidarse la POLITICA MUNICIPAL. Los reyes retoman la figura del CORREGIDOR (vinculo entre monarquía y ciudad), ya que las ciudades castellanas eran excesivamente autónomas.

Con estas bases, podemos ya abordar el reinado de los Habsburgo en la Corona española.

2. INSTAURACION DE LA MONARQUIA DE LOS HABSBURGO.

La muerte prematura de Felipe el Hermoso, la supuesta locura de Doña Juana, y la muerte última del ya de por sí cuestionado regente de Castilla, Don Fernando el Católico, supone un importante problema, provocando enfrentamientos significativos. A la muerte de D. Fdo, sus consejeros, aragoneses por supuesto, marchan a Flandes donde son confirmados en sus cargos por el futuro Carlos I. A la llegada de Carlos a la península, la nobleza castellana observa un gobierno extranjero, donde flamencos y aragoneses se reparten los cargos. Las protestas surgidas, originarán la primera gran crisis en la que se enfrentan a la monarquía las Germanías de Valencia y las Comunidades de Castilla.

Carlos I llega a España en 1517, muy joven, dirigiéndose a Tordesillas para obtener el permiso de Juana. Viene con su séquito, extranjero y que parece dedicarse al "saqueo" del país. No conoce la lengua, no conoce los usos y costumbres. Poco a poco, va pasando por las Cortes (Valladolid, Aragón), recogiendo protestas continuas. Camino de las de Barcelona, recibe la noticia de la muerte del emperador Maximiliano siendo elegido nuevo emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. En éste momento, para Carlos el Imperio se convierte en la preocupación principal, quedando España en segundo plano y pretendiendo de entrada que sea España quien financie su viaje a Alemania a tomar posesión del cargo. El país comienza a rebelarse. Ante su inminente viaje, convoca Cortes en Santiago, pensando que la lejanía provocaría que muchas ciudades no acudieran. Sin embargo, acudieron todas presentando un documento revolucionario donde se reitera el no apoyo al Imperio, y sobre todo que ante el absentismo real, las "comunidades" deberían intervenir en el gobierno. Las Cortes se suspendan, pero posteriormente y con una apropiada política de sobornos, Carlos consigue el apoyo necesario en forma de subsidio, y embarca rápidamente, dejando regente a Adriano de Utrech. Las ciudades, enteradas de lo sucedido en las Cortes comienzan a levantarse. Las ciudades castellanas como Toledo bajo las formas de "comunidades", las valencianas en "germanías". Todo ello a partir de 1519. Ante el alzamiento de las ciudades, responde un ejército real creado por el regente castellano en su caso, y por el virrey valenciano por otro lado, y que consiguen someter a los alzados en 1521.

3. ORGANIZACION DE LA MONARQUIA DURANTE LOS AUSTRIAS.

Tras las turbulencias, Carlos será rey de España durante un periodo superior a los 30 años, de los que sólo 16 pasará en suelo español. Por ello, y para que la monarquía, que como hemos visto había ido acaparando poder durante todo el siglo anterior, no sufriera menoscabo, se le planteaba al monarca la necesidad de solucionar dos problemas básicos:

- ¿Quién gobierna en ausencia del Rey? El Rey nombra a ciertos representantes de la familia. El gobierno interior es ejercido por un SECRETARIO REAL, Fco. de los Cobos, que consigue que no hayan excesivos problemas de orden interno.

- ¿Cómo gobernar el país? Se plantea un sistema de gobierno en donde destaca una INTENSA BUROCRACIA. Las transformaciones consisten sobre todo en:

a) Desarrollo de un sistema de Consejos (ya iniciado por los Reyes Católicos), que tienen sobre todo poder consultivo. Es el llamado SISTEMA POLISINODIAL (Ver ANEXO II). Promueven éste sistema las continuas guerras, la conquista de América y las diversas características de cada reino hispano. Durante el reinado de los Reyes Católicos, eran 4 los Consejos existentes:

- Orden ministerial: la Inquisición y Ordenes Militares.

- Orden territorial: Castilla y Aragón.

A partir de aquí, se van ampliando. En época de Carlos I:

- los asuntos de Italia se disgregan de los de Aragón.

- Consejo de Estado: En época de Felipe II, llegará a ser el principal, ya que con Carlos I mantiene grandes rencillas.

- Consejo de Guerra: Prolongación del anterior. Muy dinámico con Carlos I.

- Consejo de Hacienda: Precedente de un Consejo de Finanzas que había en Flandes. Se concibe primero sólo para Castilla, pero después pasa a toda la monarquía hispana. Controla ingresos, gastos, y operaciones de crédito para la política exterior.

- Consejo de Indias: Creado en 1524. Equivalente al Consejo de Castilla. Atribuciones administrativas, judiciales, e incluso eclesiásticas. La autoridad la llevan a cabo los virreyes y también las Audiencias, con atribuciones que varían un tanto de otras hispanas. Aquí, la Audiencia incrementa su poder (para servir de contrapunto al poder de los virreyes).

El sistema POLISINODIAL responde a la ausencia de los reyes. Se garantiza una coordinación entre gobiernos territoriales y una cierta centralización (consejos territoriales y ministeriales o asesores). Los virreyes se ven controlados o limitados por los Consejos. Resulta igualmente interesante el Sistema de Consultas, para el funcionamiento de cada gobierno. Se discuten todos los temas y los resultados pasan a unos documentos que son en propiedad las CONSULTAS, sobre las que el rey decide. El Consejo de Estado es el último encargado en supervisar cualquier problema. El rey finalmente dará la solución. Todos los asuntos pasan por innumerables trámites. Problema importante es pues la LENTITUD, resultado de una excesiva burocratización.

4. LA HEGEMONIA ESPAÑOLA. SIGLO XVI: AUSTRIAS MAYORES.

4.1. ASPECTOS POLITICOS.

4.2. ASPECTOS ECONOMICOS.

4.3. ASPECTOS CULTURALES.

4.1. ASPECTOS POLITICOS EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI.

La época de mayor esplendor del Imperio Habsburgo corresponde por entero al siglo XVI y a las dos primeras décadas del siglo XVII (Siglo de Oro español), coincidiendo con la fase económica y expansiva del siglo XVI. Así, podemos subdividir el periodo en las siguientes sub-etapas:

4.1.1. CARLOS I DE ESPAÑA (= CARLOS V DE ALEMANIA). IMPERIO UNIVERSAL.

4.1.2. FELIPE II. IMPERIO HISPANICO O ESPAÑOL.

4.1.3. FELIPE III. HEGEMONIA DINASTICA. La decadencia comienza a ser ya palpable.

4.1.1. CARLOS I. IMPERIO UNIVERSAL

En Carlos I, heredero de un vastísimo Imperio, parecía concentrarse el ideal medieval de una Europa "vertical" en cuya cumbre aparecerían el Emperador junto al Papado. Sin embargo, la idea de un Imperio Universal no quedó clara ni para el rey ni para sus propios consejeros. Además, Roma recelaba de un poder excesivo del Emperador.

    1. Base geopolítica del Imperio

Fruto de la política dinástica de sus predecesores:

- 1515: Hereda de su abuela paterna los Países Bajos, el francocondado y los derechos a la sucesión del condado de Borgoña.

- 1516: Hereda de Fernando el Católico, Aragón, Cataluña, Valencia, Baleares y las posiciones italianas.

- 1519: Hereda de Maximiliano, Austria (casi hasta el mar Adriático), el Tirol, territorios dispersos de Alemania y los derechos a la sucesión germana.

A todo ello, incorpora el propio Carlos nuevas posiciones italianas (ducado de Milán, Siena), tierras de los Países Bajos, algunas plazas en el norte africano y además las posiciones americanas (el reinado de Carlos I corresponde con el momento de las grandes conquistas americanas; Cortes, Pizarro...)

Desde 1521, cede a su hermano Fernando las posiciones territoriales de Alemania, y los derechos a la sucesión imperial.

b) Base económica del Imperio

La base económica estaba determinada por la posibilidad de cada reino ya con impuestos ordinarios, ya con subsidios de las Cortes de cada país. Uso abusivo de oro y plata procedentes de América. Se recurre también a los préstamos, sobre todo de grandes familias como los Fögger.

c) Base ideológica del Imperio

El cristianismo. Unico punto en común en todas sus tierras y que actúa como factor diferenciador del Imperio Otomano.

Ahora bien, nos encontramos con GRAVES PROBLEMAS EN LAS BASES DEL IMPERIO:

a) Base geopolítica: El Imperio presentaba el problema de la cohesión de tan vastas tierras. El Rey no puede estar presente en todas ellas y durante todo el tiempo. Además, cada zona tiene sus prioridades (p.e. actuación frente al problema del Imperio Otomano).

b) Base económica: Crisis. Se declaran bancarrotas en diferentes momentos.

    1. Base ideológica: Lutero, Calvino. Surge el protestantismo: Dieta de Worms (1517).

Con ello, los principales rivales para el Imperio Universal de Carlos I de España y V de Alemania se encuentran personificados en tres frentes:

1. Frontera cristiana: Imperio Otomano, enfrentados en su vertiente continental (Danubio como límite), y en la vertiente mediterránea.

2. Frontera política: Francia como potencia continental.

3. Frontera católica: Príncipes protestantes. Carlos intenta además una centralización en Alemania, que los príncipes no aceptan.

Con ello, en la monarquía de Carlos I se puede establecer varias fases, en opinión de Emilia Salvador (catedrática Hª Moderna de Valencia):

1. Frontera política: Francia. 1516-1530 .

Se presta especial atención a la frontera política con Francia, ya que el problema protestante aún no se ha intensificado, y si bien el problema turco no era nimio (Solimán atacó las llanuras del norte de los Balcanes, tomando Belgrado y varias islas del Mediterráneo oriental), Carlos todavía no responde ya que el problema con Francia es acuciante. De cualquier modo, se frena el avance turco sobre Viena (1529). Se mantendrán con Francia hasta un total de cuatro guerras, de las cuales las dos primeras corresponden a éste periodo, y que finalizan con la humillación francesa. Así pues, grandes éxitos diplomáticos y militares. Momento de máximo poderío de Carlos V.

2. Coordinación de fuerzas antiimperiales.1530-1544.

Los tres frentes (cristiano, católico y político) siguen abiertos, y además actúan mucho de modo más coordinado. Los príncipes protestantes pactan con los franceses, pero lo que destaca es la alianza franco-turca (aunque no haya un Tratado firme o firmado). Se suceden dos nuevas guerras contra los franceses, intercaladas con actuaciones directas contra los turcos, llegando a recuperar Tunez. Se plantea incluso la reconquista de Argel, pero una tormenta lo impide y Carlos desiste de enfrentarse de nuevo a los turcos. El problema abierto en Alemania se convierte ahora en su prioridad.

3. Fase germánica. 1544-1551.

1551-1555.

Carlos I intenta solucionar el problema alemán en su doble aspecto: ideológico-religioso y militar. Así, se actúa en dos frentes:

a)Concilio de Trento, logrando que en sus primeras etapas se mantuviera un espíritu reconciliador (que no agradaba al Papado, mucho más dogmático), sin embargo, al Concilio acudieron muy pocos príncipes alemanes protestantes y sólo los católicos estaban presentes. Además, pronto las posturas se radicalizaron.

b)Actuaciones militares, por vez primera y como única solución al conflicto. Se produce el triunfo imperial sobre la Liga de Esmakalda (alianza entre príncipes alemanes luteranos) en la batalla de Mülhberg. Tras ellas, se celebra la dieta de Ausburgo (=Dieta Armada), donde Carlos intenta hacer una concesión a los protestantes, a cambio de imponer el catolicismo a toda Alemania. El Papa, mucho más dogmático, no acepta las concesiones, tampoco el norte de Alemania. Es un desastre para Carlos. La situación alemana es poco más o menos la del comienzo de la guerra. Por último, se plantean los primeros problemas para la sucesión de estas tierras. Carlos había sido partidario de dividir el Imperio, pero ahora replantea la situación y prefiere dejarlo todo en manos de su hijo Felipe. Consecuentemente, Fernando (hermano de Carlos I) recela.

De destacar en el campo de la política exterior del reinado de Carlos I, es la creación del Imperio americano, que conquistadores españoles como Cortes, Pizarro o Valdivia, estaban llevando a cabo coetáneamente. Así, se organizó por vez primera el vasto territorio americano: Virreinatos (Nueva España-Méjico, Perú-Lima). Nuevas leyes. Sin embargo, a Carlos lo único que le interesó del Imperio americano fueron sus abundantes recursos de metales preciosos, como base económica para el refuerzo del imperio europeo en el que estaba concentrado.

4.1.2. FELIPE II. IMPERIO HISPANICO O ESPAÑOL.

Aquejado por frecuentes ataques de gota, Carlos I se retira al monasterio de Yuste. Abdicará dejando a su hermano Fernando, Austria-Bohemia-Hungria y las posibilidades al Imperio; y a su hijo Felipe II, el resto , fundamentalmente mediterráneo y atlántico, pero con tres bases estratégicas en Europa, los Paises Bajos, el franco-condado y el Milanesado.

Entre los gobiernos de Carlos I y Felipe II hay una lógica continuidad, aunque también significativas diferencias, principalmente el sedentarismo de Felipe II frente a la conocida movilidad de Carlos I. También han cambiado las bases económicas, territoriales, políticas, etc.

a) Bases territoriales.

Fruto de la división de la herencia de Carlos I. Felipe II consigue una base más coherente. Es un rey castellano e impondrá a Castilla como centro de la política internacional. No habrá choque entre territorios por intereses contrarios como ocurría con Carlos I. Los Países Bajos serán la excepción.

b) Bases económicas. Epoca de recesión y graves problemas. Hasta por cuatro veces se declarará la Bancarrota.

c) Bases ideológicas. El intento de Imperio universal cristiano de Carlos V pasa ahora a ser un Imperio Católico. No es un salto totalmente brusco. Carlos ya al final de su reinado actúa de un modo más conservador, al haber visto el problema del protestantismo y su importancia. De hecho, la segunda mitad del siglo XVI se caracterizará por sangrientas guerras de religión, que azotarán a países centroeuropeos, especialmente Francia. Por su parte, España, al margen de estos conflictos, presenta el término contrarreforma como sinónimo prácticamente del pensamiento religioso de Felipe II.

d) Bases políticas del mundo. Los otomanos están agotados tras la muerte de Solimán y afectados por importantes problemas internos (rivalidad con Persia). La derrota de Lepanto supondrá el fin de la amenaza turca.

Portugal está integrado a la península.

Francia, sigue siendo enemigo potencial, pero las guerras de religión suponen un fuerte mermo de sus posibilidades.

Inglaterra como principal rival de Felipe II (importante giro en las alianzas europeas, ya que durante todo el reinado de Carlos I, había actuado como aliado). Enfrentamiento directo durante la década de los ochenta.

Así pues, los problemas de fondo serán los mismos que con Carlos I, cambiando los escenarios. Musulmanes, protestantes (en los Países Bajos) y potencias europeas como principales focos de conflicto.

Pueden distinguirse hasta tres etapas en su reinado en cuanto a la POLITICA INTERNACIONAL :

- 1ª etapa (1555-1568). Se sientan las bases de la hegemonía española. Los primeros años no son sino los últimos coletazos del reinado de Carlos I. Así, guerra contra el Papado, que consigue la alianza con Francia, revocando incluso una tregua hispano-francesa previa. En la Batalla de San Quintín, el ejército español se muestra claramente superior. Se firma la paz de Cateau-Cambresis, importantísima ya que Francia debe hacer significativas renuncias (Milanesado y Saboya). La paz se confirma con el matrimonio de Felipe II e Isabel de Valois, lo que supone de hecho importantes connotaciones religiosas (Francia y España hacen frente común al protestantismo).

Tras Cateau - Cambresis, comienza la primera etapa propiamente del reinado de Felipe II. El Concilio de Trento finalmente concluye, y será la frontera de la cristiandad, esto es, el problema turco, el principal frente. Carlos I había abandonado las luchas contra los turcos en la última etapa de su reinado, lo que será aprovechado por los turcos que consolidaron sus posiciones incluso en el Mediterráneo Occidental (p.e. se pierde Trípoli en 1559). Felipe busca la solución mediante importantes planes de reconstrucción naval, consiguiendo mayor operatividad en el Mediterráneo, el ataque turco a Malta supone el envío de una escuadra por parte de Felipe II, que acaba consiguiendo la victoria.

- 2ª etapa. A partir de 1565 y hasta 1568, los tres frentes permanecen activos simultáneamente:

- El frente turco. Pese a Malta, la iniciativa de las campañas corresponde a los turcos. La revuelta de las Alpujarras (1568), provoca el terror en España de una posible relación con el poder otomano. Los turcos toman además Chipre en 1570. La situación era muy tensa con lo que se decide formar LA LIGA SANTA (Venecia, el Papado...). Ante la amenaza turca, la liga decide actuar: BATALLA DE LEPANTO. En el envite, las fuerzas eran similares pero se tuvo la suerte de cara ya que España atacó por el flanco de la nave insignia y se hizo con ella. Victoria sin precedentes, pero sobre todo psicológica, ya que no significaba el fin de los turcos pues éstos tenían tiempo de rehacer su flota. Además, Venecia pactará con los otomanos a cambio de Chipre. La liga se disuelve.

- Revolución de los Países Bajos. Muy compleja. La causa principal no puede ni debe achacarse a un nacionalismo incipiente, ya que se caracteriza por la falta de cohesión. Se trata de revueltas sucesivas (1566,1572,1576...) y que nacen por causas diversas. Los PP.BB. (=Países Bajos) ya le plantean problemas a Carlos I por cuestiones religiosas (luteranismo y anabaptismo), pero ahora la situación es distinta. Se trata de un monarca español, mejor castellano, y que sólo estará presente en los PP.BB. entre 1555-1559. Un rey que hace política española, política católica. El calvinismo, movimiento mucho más exacerbado que el luteranismo, era mayor enemigo. Además, era fácil que se implantará aquí, ya que el nivel moral del clero era más bajo que en el resto de Europa. La etapa además es coyunturalmente negativa: se desarrolló una industria importante, pero muy dependiente del momento, de las inversiones, fluctuaciones de la población, etc. Todo ello crea inquietudes sociales, sobre todo con la política represora del Imperio español. El calvinismo calará sobre todo en la población urbana de clases medio - baja y baja (también la clase alta apoyará la rebelión pero sus motivaciones serán diferentes).

Con estas bases, Felipe II abandona su estancia en los PP.BB. dejando como regente a su hermana Margarita. Los nobles lograrán la destitución del consejero de los PP.BB. lo que supuso un mayor poder para ellos. Deciden mandar una embajada a Madrid a pedir a Felipe mayor tolerancia religiosa (por convicción o provecho), pero Felipe sólo atiende a los turcos. Con el tiempo, Felipe se digna a contestar. Su posición intransigente, provoca que parte de la nobleza firme el Compromiso de Breda, en el que se exige tolerancia. La difícil situación acrecentada por la subida de precios del cereal, que supone una revuelta popular en verano de 1566, donde se llegaron a profanar templos y esculturas, provoca que Madrid se decante por actuar de una forma represora. Felipe envía al duque de Alba. Incluso la reina Isabel de Inglaterra apoya la decisión de Felipe II. Sin embargo, hubo un tremendo error. Cuando el duque de Alba llegó a los PP.BB. la situación ya estaba controlada, pero se decidió por encarcelar y juzgar a buena parte de aquellos que habían participado en las revueltas, cuando los principales instigadores ya habían abandonado las ciudades.

En 1572, se produjo una nueva rebelión en los PP.BB. provocada esta vez por el conato de reforma fiscal llevado a cabo por el duque de Alba, así como por un hecho fortuito cual es la toma de puertos del norte europeo por parte de los llamados "mendigos del mar", al dejar Alba desprotegido el norte de los territorios pues decidió marchar al sur por la amenaza francesa. Si bien los protestantes sufren una tremenda masacre ("Matanza de San Bartolomé), Alba es incapaz de reconquistar el norte, con lo cual la escisión se había conseguido (tal vez por la lentitud de la ayuda española).

La tercera revuelta se produjo en 1576. Nació en el sur y no tuvo mucha relación con revueltas anteriores. Estuvo propiciada por la nobleza. Así, en 1575, Felipe II se vio obligado a declarar por segunda vez la bancarrota, lo que provocó motines en el ejército que no cobraba. En 1576, el ejército español entró a saco en Amberes, provocando más de 6000 asesinatos. La indignación fue generalizada. La oposición se transformó ahora en guerra, todos los PP.BB. contra España. Sin embargo, hay grandes diferencias entre el norte y el sur (p.e. socialmente). En algunos puntos del sur, aparecían repúblicas teocráticas radicales (p.e. Amberes). Felipe II envía a Juan de Austria, que no era buen diplomático, con lo que el diálogo resultó imposible. El movimiento se internacionaliza. Empieza a no aceptarse el nombramiento de gobernadores de Felipe II. Los estados del sur llaman al archiduque Matías, y buscan la alianza francesa. Los estados del norte buscan a un duque calvinista. La muerte de Juan de Austria, lleva a los PP.BB. a Alejandro Farnesio que aprovecha el descontento nobiliario, por las revueltas del sur, para atraerse el pacto de la nobleza sureña ("UNION DE ARRAS"). Algunas provincias del norte, se unen entonces en la UNION DE UTRECH.

Curiosidad: Hoy, Unión de Utrech ----- Holanda.

Unión de Arrás ----- Bélgica.

- 3ª etapa (1580-1598). En esta etapa, se produce la llegada masiva de oro y plata americana. El Imperialismo se manifiesta en todos los frentes; Portugal, PP.BB, Francia e Inglaterra.

- Portugal: Incorporación a la corona tras crisis sucesoria. Felipe II será apoyado por las capas altas de la sociedad portuguesa por la mala coyuntura económica portuguesa, por los enemigos comunes que ambas potencias tienen en sus posesiones americanas, etc. Las cortes portuguesas y las clases populares, sin embargo apoyaban a Antonio, nieto bastardo. Felipe II recurre a la intervención militar. Alba cruza la frontera y los portugueses no se resisten. En 1581, Felipe II se proclama rey de Portugal. Destaca que la anexión de Portugal se realiza en plano de igualdad, manteniendo una independencia mayor que la del resto de Coronas del Imperio.

- PP.BB. El conflicto es cada vez más militar entre España y las "provincias unidas del norte", que además cuentan con el apoyo militar francés y británico. Felipe II es depuesto como rey en 1581. La corona le será ofrecida al Duque d'Anjou, para obtener la alianza francesa en el caso de contraofensiva española, pero éste muere poco después. Entonces, la corona es ofrecida al rey francés, pero éste la rechaza, por temor a España. Alejandro Farnesio, aprovechará la confusión, sometiendo a Flandes, Bramante, conquistando Amberes e iniciando la reconquista del norte. Inglaterra decide actuar y la lucha queda en tablas. Felipe II decide arrojar la toalla en la cuestión de los PP.BB. finalmente, por el temor a una unión Francia – Inglaterra -PP.BB. Los PP.BB. se ofrecen no al futuro Felipe III, si no a su hija Isabel Clara Eugenia y a su esposo. Si hay sucesión, perfecto, si no, la herencia revertirá a España. Por tanto, una solución intermedia.

- Francia. Inmersa en las guerras de religión. En 1598, se firma la paz con España. Felipe II renuncia a sus pretensiones al trono francés y reconoce a Enrique IV como monarca.

- Inglaterra. Durante el reinado de Carlos I aliada de España. Con la llegada de Isabel I se producen las primeras tensiones. Se evita el enfrentamiento directo durante largo tiempo. Sin embargo, el apoyo británico a las provincias unidas en 1585, supone una afrenta, agravada por los continuos saqueos de los piratas británicos a los galeones españoles. Desde ahora, la única respuesta posible es la conquista de Inglaterra. Felipe II cuenta con buena parte del ejército situado en los PP.BB, y consigue la renuncia de María Estuardo a sus derechos. Sin embargo, la ofensiva tuvo un error de partida, ya que España no contaba con un puerto en los PP.BB. de calado suficiente para su marina. También se perdió el factor sorpresa (en 1588 salieron de Cádiz más de 20000 hombres en 130 naves). Por otra parte, la marina inglesa, similar en número a la española era mucho más maniobrable y con mayor capacidad de fuego. Los españoles no pueden hacer el abordaje. Frente a los PP.BB. se envía a Alejandro Farnesio la orden de embarcar, pero éste no lo consigue por el bloqueo a la flota. A todo ello, se une una fuerte tempestad, que empuja a la marina española contra las costas de los PP.BB. provocando la desbandada de los hombres. A España no retornará sino la mitad aproximada de las naves y hombres. España se lo tomará con filosofía. No es una derrota total, pero obviamente sí es importante. Para Inglaterra, sin embargo, comienza una nueva etapa. La Paz no se firmará hasta 1604, ya durante el reinado de Felipe III.

4.2. ASPECTOS ECONOMICOS EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI.

Si bien parece claro la dificultad de erigir una historia de España de características totalizadoras (mas al contrario, y como advertencia, cabe señalar la distinta extensión y naturaleza del régimen señorial, la diferente presión de la fiscalidad del estado, la mera existencia de aduanas entre unos y otros territorios...), por lo que toca a la conclusión del período, es notorio que en la década de los noventa (de 1596 en adelante con la última bancarrota de Felipe II, la gran peste de 1598 y la propia muerte del rey "prudente") se abrió una nueva página de la historia social y económica de España.

En último término, existen escasas dudas de que globalmente considerado, el siglo XVI español constituye una brillante etapa dentro de la era del capitalismo mercantil. La colonización de archipiélagos, y sobre todo la conquista de América y la llegada al continente asiático, supuso un motor importante de la economía, no sólo española sino también portuguesa, que se vio inundada de cuantiosas riquezas. Pero esta oportunidad estratégica de nada hubiera servido si los reinos peninsulares, Castilla sobre todo, no hubieran contado de óptimas condiciones para aprovechar las singulares oportunidades que ofrecían las nacientes economías atlánticas. Castilla contaba de una sólida estructura urbana, además de unas relaciones consolidadas con Inglaterra, Portugal, Flandes, en donde aparte de relaciones diplomáticas y amistad, las relaciones se asentaban por relaciones económicas.

En efecto, Castilla mantuvo excelentes relaciones hasta cierto extremo cronológico, que variará según los casos, pero que de cualquier manera comienza a quebrarse a mediados de la década de los sesenta. Así, excelentes fueron las relaciones con Portugal, Inglaterra, Flandes y la mayor parte de Italia. Las guerras hispano - francesas de la primera mitad del siglo, tendrán su impacto en las relaciones comerciales, no sólo durante, si no incluso tras la firma de la paz entre ambas naciones. En éste orden de cosas, conviene reseñar que los famosos ejes mercantiles Lisboa - Amberes, Sevilla - Amberes después, y el viejísimo Londres - Amberes, constituían una comunidad respaldada por sólidos lazos de relaciones diplomáticas que contribuían a cimentarlo. Entre las coronas peninsulares e Inglaterra, la amistad política durante el reinado de Carlos I, sostenida en el doble argumento de la hostilidad francesa y el comercio pañero, favorecía los intercambios económicos (en palabras de Elton).

Por su parte, Londres y Amberes mantenían excelentes relaciones ya desde el siglo XV. La llegada de Carlos I al imperio, no hizo más que solidificar esos datos, como señor de Flandes. Además desde ese corazón de Europa que es Amberes, se accedía también al comercio del Báltico, lo que comprobará Felipe II en su momento, al carecer de él.

Sevilla se convertirá en uno de los focos básicos de la Europa occidental. A ella llegará la plata, conectando a la península con el resto de Europa, para negociar desde Amberes todo lo que el mercado peninsular y americano, demandan.

Sin embargo, pronto el edificio se derrumbará. Lentamente desde 1557, y de forma súbita a partir de 1567. Primero fueron las sacudidas de los mercados financieros, derivados de la suspensión de pagos de 1557. En Amberes se vive la tensión, sobre todo con la firma de Cateau-Cambresis, que suponía un cambio en el mundo de las relaciones diplomáticas. La paz franco - española, sienta muy mal en Inglaterra, de hecho supone un viraje total a la tradicional amistad hispano-inglesa que tanto le había recomendado Carlos I a su hijo Felipe. En estrictos términos mercantiles, el bloque anglo-hispano-borgoñón estaba tocado de muerte. En 1558 se publica un nuevo BOOK OF RATES, por el que se elevaba un 75 % las tarifas aduaneras. Protestó Bruselas a lo que Isabel argumentó que ella no hacía sino aplicar la misma política que Felipe II en España con respecto al comercio exterior. Comienza así un curioso pulso, por ver quién dependía más del otro, esto es, si Inglaterra de la lana castellana complementaria a su industria textil, o bien Flandes y España de los paños ingleses y su posterior comercialización a toda Europa. Si bien se llegó a firmar un nuevo pacto, las rebeliones de los PP.BB. hacían irrespirable el ambiente de los negocios en Flandes. Por otra parte, Inglaterra iba asentando las bases para una nueva etapa económica libre de ataduras, amén de apostar por la expansión ultramarina, americana y africana.

En pocas palabras, los acontecimientos políticos estaban desvinculando a España de áreas económicas vitales. Se desmantelaban viejas y arraigadas complementariedades y España se alejaba del ámbito de potencias que serían vanguardia en el crecimiento económico del siglo XVII. Quedó Italia, firmemente vinculada a España, y que garantizó que a la fachada mediterránea de la península no le faltara el trigo, del que ciudades como Valencia no podía pasar. Será también Italia, el mercado que acogerá generosamente las lanas españolas cuando se cerraron los caminos marítimos hacia el norte. De destacar es también la alianza con Génova, primero sus galeras y luego sus banqueros dieron una cobertura a los dos primeros Austrias, y sin cuya ayuda no hubieran sido posible muchos hitos de la historia española del siglo XVI.

Otro elemento significativo de la economía de la España del siglo XVI son las intensas relaciones comerciales que se establecen entre España y América, y que en breves líneas puede expresarse bajo la idea de intercambios de todo tipo de productos españoles (alimentos, vestidos, herramientas...) a cambio de oro y plata. En el primer momento de la conquista se obtenían cantidades importantes de plata y oro en forma de botín. Posteriormente, se produjo la extracción de las arenas de los ríos antillanos y de las minas continentales (sobre todo, México y Bolivia) a partir de 1540. Parte del oro y plata que llegaba al puerto de Sevilla iba a parar a las manos de la Corona, el resto se repartía para pagar las mercancías que se enviaban desde España a las colonias. Las causas de la concentración del comercio americano en el puerto de Sevilla se encontrarían relacionadas con la necesidad creciente de organizar la navegación en forma de convoyes para proteger los ataques de los piratas ingleses y holandeses, además del propio interés real en controlar todos los viajes y que no se le escapara su quinta parte del metal precioso que llegaba. Posteriormente, los comerciantes de Sevilla, agrupados en la "Universidad de Cargadores de Indias" formaron un cuerpo poderoso que aspiró desde el comienzo al monopolio.

La demanda americana actuó como un fuerte estímulo para la economía española, especialmente Andalucía y Castilla, en la primera mitad del siglo XVI. Así, se generó una época de expansión económica que, sin embargo, duró poco - en la segunda mitad del siglo XVI ya hay grandes problemas- y que fue seguida por un periodo de fuerte crisis y de decadencia económica, siglo XVII, y que afectó sobre todo a las propias Castilla y Andalucía.

Como ya he mencionado, la Corona tenía importantes deudas que salvar, sobre todo con algunos particulares españoles que adquirían "juros" (=títulos de deuda que rentan intereses) y con grandes banqueros extranjeros (alemanes y genoveses en gran medida). Estos acreedores cobraban los intereses o recuperaban las cantidades prestadas cuando llegaban a España los envíos de oro y plata americanos.

Por lo que respecta a la ECONOMIA PROPIAMENTE CASTELLANA, la faceta más destacada del gran comercio castellano era la exportación de lana en bruto a comienzos del s. XVI, lo que provocó la aparición de un núcleo importante de mercaderes que mantenía contacto comercial con Flandes (Amberes), centro económico donde se encontraban los comerciantes del norte de Europa con los de la zona mediterránea. Los comerciantes castellanos residían sobre todo en Burgos, y actuaban a través de las ferias de Medina del Campo, donde se concentraba la lana que más tarde sería enviada a Flandes a través de los puertos de Bilbao, Santander y Laredo. Al lado de los castellanos actuaba un significativo número de mercaderes genoveses, poderosísimos por los capitales que movían y por la extensa red de sus relaciones internacionales. Por encima de estos puertos, Sevilla como gran foco comercial de toda la Europa Occidental al convertirse en el centro del comercio con América. El Consulado de Sevilla actuaba como foco de reunión de mercaderes castellanos, vascos, genoveses, flamencos... que encauzaron la demanda de productos que llegaba de América. Este sistema era realmente exigente para el comerciante, pues desde que se realizaba el envío hasta que éste se cobraba había un gran lapso de tiempo, y no siempre se cobraba.

Con ello, en los últimos años, se ha venido descubriendo que a medida que el tráfico americano se iba haciendo más productivo, mayor era el número de comerciantes extranjeros que participaban en él, pese a las supuestas imposibilidades legales, ya que en principio sólo los mercaderes de la Corona de Castilla podían participar (pero claro, desde comerciantes castellanos que prestaban su nombre, a venta de nacionalidades por parte del rey o incluso permisos reales especiales, - que de todo hay en la viña del Señor-... el obstáculo se salvaba con facilidad).

Pronto la producción castellana no fue suficiente para abastecer la demanda americana, e incluso los productos castellanos llegaron a resultar más caros que los propios extranjeros, debiendo recurrir a los mismos. Así, si el estímulo de la demanda americana pudo actuar como un acicate para mejorar los rendimientos castellanos, como parece que fue en una primera etapa, pronto se vio Castilla superada, y sería la producción extranjera la más beneficiada.

La producción artesanal o industrial estaba organizada en Castilla según el típico sistema gremial, esto es estricta reglamentación, técnicas de producción arcaicas, poca capacidad para adecuar oferta a demanda (p.e. en 1545, la industria castellana tardaba seis años en satisfacer la demanda americana, que se dice pronto...). Es decir, pronto se vieron las deficiencias de una industria acostumbrada a producir para pequeños mercados (Castilla no exportaba producción industrial). Por otra parte, el sistema impositivo (=la alcabala) gravaba los productos castellanos aumentando considerablemente su costo.

La incapacidad para aumentar rápidamente el volumen de la producción provocó una fuerte subida de precios de los productos industriales en todos los territorios de la Corona de Castilla, aumento que provocó que el Rey y las Cortes emprendieran una política de protección al consumidor (entre 1548 y 1555 se prohibió exportar hacia Europa ningún tipo de manufacturas y se dieron facilidades para importar productos europeos más baratos). Esta política se aplicó hasta cerca de 1570 y provocó el hundimiento de muchos talleres castellanos, que no fueron capaces de resistir la competencia de los productos extranjeros más baratos.

Por lo que respecta al SECTOR AGRARIO, a partir de la década de 1510 y hasta los treinta, se asiste a la subida de precios de tres productos como el TRIGO, ACEITE y el VINO, provocado por la demanda americana y el crecimiento de la población. Consecuentemente, se ampliarán las superficies cultivadas, en Andalucía de viñar y olivar; en Castilla, de trigo. Todo ello desencadenó un proceso transformador interesante tanto en las formas de posesión como de explotación de la tierra, transformándose los viejos contratos señoriales medievales en contratos de arrendamiento a corto plazo, es decir una situación bastante pareja al actual sistema de propiedad. Por otra parte, la institucionalización del mayorazgo (Leyes de Toro, 1505) había permitido a las grandes familias nobles crear un patrimonio inalienable, incrementado con la compra de pequeñas propiedades de campesinos arruinados, y con la incorporación de tierras comunales pertenecientes a aldeas que desaparecen (por la despoblación de la Meseta durante fines del siglo XVI y buena parte del siglo XVII).

5. LA DECADENCIA ESPAÑOLA. SIGLO XVII. AUSTRIAS MENORES.

5.1. ASPECTOS POLITICOS.

5.2. ASPECTOS ECONOMICOS.

5.3. ASPECTOS CULTURALES.

5.1. ASPECTOS POLITICOS.

El gobierno de los tres últimos Austrias abarca la totalidad del siglo XVII. Durante la primera mitad del siglo XVII y sobre todo durante la Guerra de los Treinta años (1618-1648) se decidió el futuro de Europa entre los partidarios de una Europa vertical dirigida por la casa de Austria y una Europa horizontal con reinos soberanos e independientes. La Paz de Westfalia en 1648 supuso el triunfo de una Europa occidental, si bien la política imperialista francesa gestada durante la segunda mitad del siglo XVII, supone un giro en la política. Francia intenta obtener la hegemonía europea. Inglaterra y Holanda intentan evitar el surgimiento de una política hegemónica, aliándose contra Francia mediante un sistema de alianzas. En éste contexto, la muerte sin herederos de Carlos II hace de España, pieza clave en el contexto de la política internacional, provocando la lucha por el trono la Guerra de la Sucesión, en la que partidarios de la casa de Austria luchan por la Corona contra los partidarios de la casa Borbón.

5.1.1. FELIPE III.

El gobierno de Felipe III se caracteriza en cuanto a POLITICA INTERIOR por los siguientes aspectos:

a) Institución del valido

En opinión de Pérez Bustamante, la muerte de Felipe II marca el paso de un régimen personalista a un nuevo régimen de privanza o valimiento. Un Felipe III de escaso carácter e incapaz de gobernar por él mismo, pero que tuvo el gesto de reconocer su incapacidad y adoptar una decisión sin precedentes en la historia española, delegando su poder en la figura de un valido, cargo que en un primer momento recaerá sobre Fco. Sandoval y Rojas, luego elevado a rango del duque de Lerma.

Desde éste momento, a lo largo del siglo XVII al lado de cada rey habrá un valido. Su creación se entendió tradicionalmente como intento por parte de los últimos Austrias de desentenderse de las tareas del gobierno, aunque Tomás y Valiente en "Los validos de la monarquía española del siglo XVII" considera que fue algo más que esto. Se interpreta como un intento de adaptación a las nuevas circunstancias ya que la causa era gobernar una España que había ido aumentando hasta exceder la posibilidad de ser llevada por una sola persona.

El valimiento no es algo estático, más bien evolucionará a lo largo de todo el siglo XVII. El duque de Lerma por Real Decreto de Felipe III en 1612, poseía todo el poder, de modo que los documentos firmados por él tendrían valor real. La codicia sin embargo, provocó su corrupción, terminando con la retirada de la confianza del rey, que delegaría en el duque de Uceda, aunque a partir de ahora, vuelve a ser el rey el que confirma las órdenes.

Ahora bien, la aparición de la figura del valido, no varió el resto del sistema institucional. España continuó gobernada por un sistema de consejos. A la cabeza de todos, el Consejo de Estado, del que dependían el resto de Consejos (Castilla, Indias, Aragón, Italia, Flandes, Portugal y Consejos de Hacienda, Inquisición y de Guerra). La menor participación en las tareas de gobierno de Felipe III condujo a un incremento de funciones de estos Consejos, sobre todo del Consejo de Estado, donde tienden a regularizarse sus reuniones, creando incluso Juntas para solucionar sus asuntos más urgentes. Las JUNTAS estaban integradas por miembros del Consejo del que emanaban y por especialistas en el tema procedentes de otros Consejos. La Junta de Hacienda será la llamada a tener mayor importancia, con importantes atribuciones durante el reinado de Felipe III y sobre todo de Felipe IV.

b) Expulsión de los moriscos

El problema fundamental era el de la integración. En visperas de la expulsión, la población morisca estaba especialmente concentrada en Valencia (33% de la población) y Aragón (20%), el peligro se acrecentaba además por el rápido crecimiento demográfico de éste grupo así como la cercanía del Islam (en el caso del Reino de Valencia).

La expulsión se planteó a lo largo de todo el siglo XVI, pero es ahora, en 1609, cuando se decide la misma, incluso con las quejas de parte de la aristocracia, consciente del perjuicio económico que para ellos supondría la expulsión. Felipe III decidió entonces que los bienes de los moriscos pasarían a los señores. Aún así, las consecuencias fueron gravísimas para la economía española. La repoblación de las tierras fue lenta e irregular, sobre todo por las fuertes exigencias económicas de los señores (en Valencia, no se consigue alcanzar la población existente en el momento de la expulsión hasta siglo y medio después), siendo necesaria una política de repoblación con las "Cartas Pueblas" como instrumento.

Por lo que respecta a la POLITICA EXTERIOR, ésta se basaba en la política pacifista del monarca y de su valido, pretendiendo diplomáticamente, con una política de prestigio y de matrimonios, mantener la supremacía de los Habsburgo. Así, se llegó a la paz con Inglaterra (1604), con los Países Bajos (Tregua de los 12 años, 1609, tras un motín de los soldados por no recibir sus pagos en 1606, lo que se confirma en 1607 con la suspensión oficial de pagos) y los enlaces matrimoniales con Francia. También sin grandes enfrentamientos militares se superaron los problemas del norte de Italia. La fuerte crisis económica impedía aventuras demasiado arriesgadas y caras.

5.1.2. FELIPE IV

El periodo de paz vivida durante el reinado de Felipe III, no supuso el final de las dificultades económicas. La necesidad de hacer frente a conflictos localizados (Italia), y los gastos defensivos, así como los gastos crecientes de la Corte, tienden a agudizar la situación financiera. El empeoramiento culmina en 1618, coincidiendo con el incremento de la conflictividad internacional, ya que éste es el año en el que se produce la Rebelión de Bohemia, punto de partida de la Guerra de los Treinta Años. Si España decide intervenir necesitará mayores recursos económicos. Así, el Consejo de Hacienda acaba determinando en 1618, que los "reinos de la Corona de Aragón no contribuían en nada a la Corona". La solución estaba clara: mayor contribución de estos reinos.

Estas demandas fueron de nuevo vistas en el Consejo de Castilla en 1619. Se llegaron a las mismas conclusiones: un reparto más equitativo de las cargas.

Todo ello será aún más evidente, cuando en 1621 expire la "Tregua de los 12 años". Este es el momento de la muerte de Felipe III, de modo que el problema y las posibles soluciones correrán a cargo de Felipe IV, en realidad de su valido: el CONDE-DUQUE DE OLIVARES. Finalizada la Tregua, ésta no se renueva. Tanto España como los PP.BB. tenían argumentos a favor de una nueva guerra, lo que supondrá la necesidad de reclutar un ejército, que a Castilla, dada su despoblación creciente cada vez le era más difícil reunir, así como la necesidad de reconstruir la flota, esto es, necesita MAS DINERO.

Ya en los primeros días del nuevo gobierno se creó la JUNTA DE REFORMACION, encargada de analizar los hechos y buscar soluciones. En 1622, se deciden una serie de medidas judiciales y administrativas para acabar con gastos superfluos y superar las dificultades agrícolas, comerciales e industriales, y que en breves líneas suponía la creación de un Banco Nacional y la abolición del impuesto de los "millones" en sustitución de un pago anual de todos los pueblos de Castilla que permitiera el mantenimiento de un ejército de 30000 soldados. Ninguna de estas reformas fue llevada a cabo, aunque formaban parte de un programa de reformas más amplio. La vieja idea de hacer participar más activamente a los reinos no castellanos, llevó al llamado PLAN UNIFICADOR, que pretendía conseguir a largo plazo la unificación de todos los territorios de la monarquía. Además se pretendió otro proyecto aún más ambicioso, la llamada UNION DE ARMAS, que no era otra cosa que una reserva de soldados de 140.000 soldados. Las trabas eran evidentes, pero el conde - duque supo esperar el momento propicio: la noticia del posible ataque de la flota inglesa a Cádiz. Aún así, fue escasísimo el entusiasmo despertado por la idea en el resto de territorios y se negaron a aportar hombres. Finalmente, Valencia contribuyó con un subsidio que suponía mantener aproximadamente a 1000 hombres por año, Aragón contribuyó con el doble, mientras que Cataluña no lo hizo ni con hombres ni con dinero. Por tanto, muy inferiores las aportaciones a las previstas por Olivares.

La idea de intentar sanear la economía castellana, se vio truncada por la decisión de intervenir en la guerra de sucesión al ducado de Mantua, lo que supuso un tremendo gasto acrecentado por la captura de la flota española en 1628 en manos de los piratas. Ante ya la necesidad de intervenir en la guerra fue necesario establecer un orden de preferencias, de modo que ahora sólo se haría uso de las reformas que permitieran reforzar y reformar la empresa bélica de España.

Así, los nobles se vieron obligados a partir de 1630 a conceder "donativos voluntarios" y contratar a sus expensas regimientos de soldados. Esta política aplicada por Olivares al reino de Castilla, intentó de nuevo extenderla al resto de los reinos peninsulares. La política impositiva es ahora especialmente importante:

- nuevos impuestos sobre azúcar, papel, chocolate, pesca y tabaco.

- "Media Arimata", impuesto que recae sobre el primer año en que es ocupado un territorio.

- impuesto sobre la sal.

- Bula papal, que permite aplicar nuevos impuestos al clero.

- Crédito de la nobleza. Cada noble debe aportar 1500 ducados y cada caballero 150. La nobleza no respondió como Olivares presuponía.

Resulta lógico que se provocaran insurrecciones y disturbios, de entre los cuales destaca que "Valencia permaneciera como un escollo en la tempestad" (CASEY, J), contribuyendo a las solicitudes de Olivares. Con ello, la POLITICA INTERIOR del reinado de Felipe IV, acabará distinguiéndose por los importantes disturbios que se vivirán en Cataluña, Portugal y Nápoles - Sicilia:

Cataluña: Busca la protección del monarca francés, estando bajo su dominio desde 1641. Felipe IV tuvo la posibilidad de recuperar Cataluña a mediados de 1652, cuando Cataluña se rinde al ejército español, al no contar con el apoyo francés, bajo la promesa de conservar sus Fueros.

Portugal: La situación se va enrareciendo hasta que finalmente Portugal va confiando en Don Juan de Braganza que se convertirá en el líder de la "unidad nacional". En 1640 ante la presión española se vio obligado a comprometerse y se proclama rey como JUAN IV. Se inicia una guerra por conseguir la independencia que logrará en 1668, muerto ya Felipe IV.

Nápoles - Sicilia: Revuelta por motivos fiscales.

El deterioro provocado en España por esta caótica situación internacional, supone la caída de Olivares. El cambio no fue sustancial ya que fue sustituido por DON LUIS DE HARO, sin que hubiera modificaciones gubernamentales. De nuevo, los desastres políticos y financieros llevan a España a buscar la paz. En estos momentos, los dos frentes de lucha eran FRANCIA Y LAS PROVINCIAS UNIDAS. España reconocerá la independencia de las Provincias Unidas en 1648, con Francia las luchas seguirán hasta la firma de la Paz de los Pirineos (1659), por la que se pierde L´Artois y el Rosellón.

5.1.3. CARLOS II

En 1665, sucede a su padre con sólo cuatro años de edad. El gobierno cae, por tanto, en la regente, Dña. Mariana de Austria, y posteriormente en VALIDOS O PRIVADOS, como el Padre Nithard y Valenzuela. Felipe IV ya dispuso en su testamento que los asuntos de gobierno fueran tratados por una Junta de Gobierno, pero sometidos también a consideración de la regente, para así evitar la reproducción de la figura de un valido. Sin embargo, no lo consiguió ya que Mariana de Austria depositó toda su confianza en su confesor, el P. Nithard quien fue introducido en esa Junta de Gobierno. La Junta no era un bloque compacto, ya que en ella existía un sector que odiaba a Nithard, por ser extranjero sobre todo, depositando su confianza en D. Juan José de Austria (hijo natural de Felipe IV). Con éste apoyo, Don J.J. de Austria en 1669, llevó a cabo un golpe de estado, tratando de imponer un programa de reformas, sobre todo fiscales, así como una reforma en el ejército, y la destitución de Nithard. El pueblo no estaba preparado para un golpe militar, e incluso los partidarios de J.J. Austria no formaban un bloque homogéneo. Con ello, el golpe fracasó, y con él sólo se consiguió la sustitución de Nithard por Valenzuela.

En 1675, Carlos II alcanzó la mayoría de edad, cesando la función de esa Junta de Gobierno. Paralelamente, comenzó a surgir un descontento sobre todo en la alta nobleza, contra Valenzuela. Un documento redactado por 24 miembros de la alta nobleza culpaba directamente de la crisis del país a Dña. Mariana de Austria y a Valenzuela. Así, de nuevo Don J.J. de Austria aprovecha la coyuntura y con la simpatía de esta nobleza, de importantes sectores catalano - aragoneses, de la Iglesia y del estamento militar, lleva a cabo un 2º golpe de Estado, deponiendo a Valenzuela y expulsando a la reina-madre a Toledo. Sin embargo, rápidamente llega la desilusión, por una importantísima crisis que asola a Castilla, la más importante de todo el siglo XVII (1677). A la muerte de D.J.J. se designa valido al DUQUE DE MEDINACELLI, que mostró un mayor interés por la economía, tratando de llevar a cabo una reforma comercial (s.t. intensificando el comercio colonial). No tuvo resultados positivos y debió dimitir. Un nuevo valido, el CONDE DE OROPESA, se mostró también interesado por la reforma económica, promoviendo una reforma fiscal intentando reducir el déficit presupuestario crónico y una cierta "justicia social", ante lo cual evidentemente nobleza y clero se opondrán, provocando que la reforma quede reducida a un mero reajuste económico.

De cualquier modo, lo que más destaca de la etapa final del reinado de Carlos II es que desde 1680 se observa una cierta recuperación económica en la periferia (Cataluña, Valencia..)

El problema de la sucesión al trono español se venía planteando por la previsible muerte prematura de Carlos II ya desde 1668, realizándose negociaciones al respecto. Así, en 1668, hay un pacto de reparto entre LUIS XIV de FRANCIA y LEOPOLDO I de AUSTRIA. Alegan ambos derechos por estar casados con hijas de Felipe IV.

A estas candidaturas, se une años después la de JOSE FERNANDO de BAVIERA, nieto de una hija de FELIPE IV.

Con ello, un nuevo tratado en 1698, entre José Fdo. de Baviera, el duque d´Anjou (hijo de Luis XIV) y el archiduque Carlos de Austria (hijo de Leopoldo I).

Evidentemente, estas negociaciones se intentaban llevar con el mayor de los sigilos, para que no llegaran ecos a la Corte española, lo que obviamente no se consigue. CARLOS II intentando evitar la desmembración de los territorios testa nombrando sucesor a José Fdo. Pero éste muere repentinamente con lo que el problema sigue abierto. En 1700, se firma un nuevo tratado entre Felipe d´Anjou y Carlos II, éste testa de nuevo a favor ahora de Felipe a condición de que éste renegara de la Corona de Francia. Tras la muerte de Carlos II, y ante la posición de Luis XIV que estipula que su hijo mantiene los derechos de sucesión a la corona francesa, Inglaterra y Holanda en conjunción con Austria deciden proclamar la guerra a Francia en 1602, por el recelo ante una Francia todopoderosa.

Pero esto, es ya otra historia.....

5.2. ASPECTOS ECONOMICOS.

A la muerte de Felipe II, su hijo hereda un vasto Imperio, pero sostenido sobre todo sólo por la economía castellana. El resto de los territorios contribuían muy poco al sostenimiento de la monarquía. Así, tres eran las principales fuentes de ingreso de la monarquía, procedentes de Castilla:

1."Impuestos pagados por Castilla". Se incluyen los derechos aduaneros (comercio interior y exterior), la alcabala (10% sobre las ventas), los servicios ordinarios y extraordinarios pagados en Cortes y los "millones" (impuestos sobre alimentos).

2."Las tres gracias". Proceden de la Iglesia. Tipos:

a) la cruzada: venta de bulas e indulgencias.

b) el subsidio: impuestos que paga la iglesia para el mantenimiento del sistema naval.

c) el excusado. Pago de la iglesia sobre sus propiedades.

3. Ingresos de Indias. Provenientes de las posesiones españolas americanas.

Ahora bien, ya desde comienzos del siglo XVII, varios factores dan lugar a que cada vez fuera más difícil recaudar estas sumas. Así, destaca la despoblación de Castilla, aspecto éste que ya llamó la atención de los coetáneos. Efectivamente, hacia fines del siglo XVI, la tendencia ascendente de la población se detuvo (peste, expulsión de moriscos, levas para guerras, emigración americana...). Todo ello, repercute sobre los diferentes sectores económicos, provocando una fuerte inflación, por lo que Felipe III acuñó una gran cantidad de "moneda de vellón" que condujo a una fuerte inestabilidad monetaria que perjudicó sobre todo a la propia Corona, ya que recibía sus impuestos en moneda de vellón, debiendo hacer frente a las necesidades exteriores con moneda de plata.

La expulsión de los moriscos también tendrá una clara repercusión económica, y ya no sólo por los efectos en la propia agricultura, sino también por la inflación del vellón, a la que los moriscos contribuyeron en gran medida. En efecto, al saber de su expulsión, acuñaron vellón falso y lo cambiaron por oro y plata, con lo que tras su expulsión, circuló gran cantidad de moneda falsa.

Cabe mencionar también los préstamos hipotecarios que la burguesía enriquecida realiza a la nobleza. La nobleza debía pagar con interés, y el monarca como una medida más para favorecer a la nobleza redujo en varias ocasiones entre 1610 y 1623, el tipo de interés perjudicando sobre todo a la burguesía, que al ver reducidos sus ingresos debieron recurrir a sus ahorros bancarios. (Este fenómeno será especialmente importante en el caso de Valencia).

Ya desde 1598, más de la mitad de los impuestos previsibles estaban de antemano comprometidos, y la situación era cada vez peor. En 1607 era el total de los impuestos la cantidad comprometida, debiendo declararse la Bancarrota. Las repercusiones en la política exterior española serán claras: Pacifismo. Se firmará la paz con Francia, Inglaterra, y una tregua con los Países Bajos, esperando recuperar en éste tiempo una economía decadente y proporcionando a España un respiro en el ámbito internacional.

La crítica situación se verá además potenciada a comienzos del siglo XVII por la persistencia de malas cosechas que culminarán en hambres y peste.

Las ciudades castellanas industriales y comerciales se ven sometidas a un periodo decadente con disminución brutal de las cantidades de oro y plata americano, así como también fuerte descenso de demanda de productos de los colonos americanos.

El resto de países europeos sufrió también con mayor o menor intensidad la crisis del siglo XVII, malas cosechas, epidemias, estancamiento de la población, disminución del comercio internacional, bajón de precios desde 1620. Esta crisis fue especialmente intensa en Italia y centro de Alemania. Sin embargo, dos países Holanda e Inglaterra supieron salir de la crisis con una organización económica "moderna", en un proceso muy ligado a la maduración del capitalismo comercial (comercio vinculado a las dos grandes rutas comerciales, la del Atlántico hacia América; la del Indico hacia el Extremo Oriente).

A partir de 1680 en muchos países europeos se comienza a superar la crisis gracias al estímulo del comercio marítimo. Esta mejoría fue también palpable en la periferia española, en donde se produjo una fuerte reactivación económica en el último cuarto del siglo XVII. Así, los territorios de la CORONA DE ARAGON, que debido a su autonomía financiera y monetaria no habían sufrido las continuas alteraciones en el valor de la moneda que se habían dado en la Corona de Castilla, fueron los primeros en presentar signos de recuperación:

- En Cataluña, la economía se vio estimulada por la exportación de vinos a Holanda, Inglaterra y Alemania. Esta misma exportación fue importante impulso para la plantación de viñas, con la ventaja además de que los cultivadores disfrutaban del dominio útil de la tierra, esto es, podían invertir a largo plazo sin temor a ser despojados de las tierras que cultivan.

Los comerciantes catalanes, por otra parte se vieron cada vez más interesados por el comercio americano, del cual habían estado alejados durante la época dorada del siglo XVI.

- En Valencia, el periodo final del siglo XVII coincidió con el final del proceso de repoblación de las tierras que habían sido cultivadas por los moriscos expulsados en 1609. Así, se implantaron nuevos cultivos intensivos, relacionados con frecuencia con las grandes corrientes del comercio mundial.

En la CORONA DE CASTILLA se advierten marcadas diferencias entre las tierras de la Meseta y algunas regiones costeras, que se recuperan con mucha mayor prontitud, y entre las que destacan:

- Andalucía, especialmente el área comprendida entre Jerez y Cádiz, cuyas viñas producían vinos de gran calidad que penetraban en mercados europeos y americanos.

- País Vasco, que inicia su expansión económica basada en la explotación de sus minas de hierro, y en la renovación de las actividades navales.

Para finalizar éste bosquejo económico de la España del siglo XVII, cabe mencionar la nueva orientación proporcionada durante el reinado de Carlos II a la política económica del país. Así,

- se crea la Junta de Comercio, como organismo para estimular el desarrollo industrial español. Con ello, se pretende evitar que continúe la invasión de productos europeos que, desde mediados del siglo XVI, habían arruinado la producción industrial española. Los resultados no fueron especialmente brillantes, pero supuso un importante cambio en la mentalidad de los gobernantes, que coincidió con una nueva actitud en los propios industriales, que iniciaron trabajosamente el proceso de modernización de sus empresas.

- reajuste monetario entre 1680 y 1686. Se elimina la moneda de mala calidad que había circulado por la Corona de Castilla durante todo el siglo, base para la recuperación económica que arranca en torno a 1690.